¡Buenas, buenas! Soy Maky, vendedora de Unique, y vengo a contarles nuestra experiencia por Dubai y Maldivas. Nos embarcamos junto a algunas agencias en un viaje que combinó la modernidad extrema con el paraíso natural, y lo que vivimos en estos destinos es algo que cualquier viajero debería tener en cuenta para su próxima aventura.
Llegamos a Dubai y nos alojamos en The First Collection Dubai Marina, un hotel con vistas espectaculares a la marina y sus canales, que de noche se iluminan y crean un ambiente mágico. A lo largo de los días, hicimos un mix entre visitas a hoteles y experiencias que nos permitieron conocer la esencia de este destino. Desde la exploración del hotel RIU hasta un almuerzo en el VOCO Dubai, todo estuvo pensado para entender lo que ofrecen estas opciones de alojamiento. Por la tarde, nos aventuramos en el desierto, con la popular experiencia del safari en las dunas en 4×4 y disfrutando de la cena-show. Dedicamos todo un día a conocer Abu Dhabi, visitando la impresionante Mezquita Sheikh Zayed, el Palacio Presidencial y el Museo Louvre. Quedamos fascinados con la belleza y el lujo de esta ciudad que, además de ser un excelente complemento de Dubai, tiene un ritmo mucho más relajado y playas amplias. De vuelta en Dubai, subimos al Burj Khalifa, cruzamos el Creek en un abra (embarcación tradicional del lugar) para recorrer los mercados de oro y especias, y visitamos el Souk Madinat Jumeirah, con vistas imponentes al Burj Al Arab. Además, exploramos el lujoso Palazzo Versace, una joya para quienes buscan una estadía con distinción.
Luego de unos días intensos, volamos a Maldivas. Llegar en lancha al ADAARAN Prestige Vadoo en tan solo 15 minutos es algo a destacar, siendo un traslado cómodo y rápido, ideal para quienes vienen de un vuelo largo: Todas sus habitaciones son bungalows sobre el mar con pileta privada, jacuzzi y piso de vidrio. Este hotel, ubicado en una isla pequeña e íntima, es únicamente para adultos, lo que lo hace ideal para parejas que buscan privacidad y desconexión total.
El siguiente destino fue ADAARAN Select Meedhupparu, y la llegada en hidroavión ya nos dejó sin palabras: ver los atolones desde el aire es una postal nunca antes vista. Este hotel se destaca por su playa rodeando toda la isla, su arena blanca y fina, y un sector de arrecifes de coral lleno de peces de colores; entre el snorkel y el avistaje de delfines, pasamos días de ensueño.
Continuamos hacia el Heritance Aarah, un hotel de lujo donde nos recibieron con un mayordomo personal que se encargó de todos los detalles de nuestra estadía. Desde la pesca nocturna hasta el snorkel guiado, cada actividad fue una sorpresa maravillosa. Además, este hotel es conocido por su gastronomía de primer nivel; nos sorprendieron con una degustación de ron en el Ralu Lounge Bar.
Siguiendo nuestro recorrido, llegamos a Kuramathi, un resort pensado para familias, con un kids club espectacular. La isla es grande y muy natural, con una vegetación exuberante y un banco de arena perfecto para las mejores fotos al atardecer. Además, tiene 9 restaurantes a la carta con una gastronomía de excelencia y una infraestructura que permite estadías prolongadas sin aburrirse nunca.
Finalmente visitamos el Hotel RIU Atoll, una opción muy elegida por latinoamericanos que buscan un resort con actividades y entretenimiento con buena relación precio-calidad. Éste se conecta con el RIU Palace a través de una pasarela de 800 metros, permitiendo el acceso a ambos hoteles según el tipo de estadía que se busque. Se trata de una opción más estilo resort, que cuenta con muchos bloques de habitaciones, unidos ambos hoteles por una pasarela de 800m.
Durante todo el viaje, la gastronomía fue una sorpresa constante, especialmente considerando que todo es importado. Tanto en Dubai como en Maldivas, la oferta culinaria superó nuestras expectativas.
De nuestra visita a Emiratos, nos pareció infaltable subir al Burj Khalifa y conocer Abu Dhabi, una ciudad preciosa, en constante crecimiento y menos masiva en cuanto a turismo que el resto; lo cual aporta un diferencial importante.
De Maldivas nos quedamos con la foto tan impactante del mar visto desde arriba; el abanico de colores marinos no tienen comparación con ningún otro mar. Todas las islas visitadas tienen playas increíbles; tener acceso a ese mar sin igual en 360 grados es maravilloso, ¡Te invita a salir corriendo al agua! Además la diversidad de fauna marina tan fácil de ver hace del snorkel una actividad infaltable y que puede entretener a familias enteras durante horas.
Este viaje nos confirmó que Dubai y Maldivas hacen una combinación perfecta: la modernidad y el dinamismo de Dubai contrastan con la tranquilidad absoluta de Maldivas. Es clave pensar al menos 5 noches en Dubái para poder disfrutarlo sin el efecto del jet lag, e idealmente agregar 2 noches en Abu Dhabi o en el desierto; dependiendo de sus búsquedas y gustos en el viaje. En Maldivas, lo más importante es elegir el hotel adecuado según el perfil del viajero, ya que cada isla ofrece una experiencia totalmente distinta.
Gracias a Lufthansa, Galaxia en Dubai y la cadena Aitken Spence por hacer posible esta gran experiencia por el continente asiático.